Amor imposible

[...] Él era ardiente y sagáz. Los atraía a todos, con ímpetu despertaba las pasiones de los más calmos. No había persona que no admirara su grandeza. Él era fuerte, tenáz y seguro ...

Ella en cambio era serena, no atraía multitudes, pero sus seguidores eran fieles. Tenía muchas fases, las mostraba todas... Ella era atractiva, pero aún así le faltaba seguridad.

En un extraño momento se conocieron, ella lo miró con asombro y al instante quedó rendida a sus pies, mientras que él la pasó por alto. Así pasó el tiempo, al momento que ella llegaba , él se retiraba... ella lo esperaba y esperaba hasta que la luz hacía imposible su presencia en ese lugar. Ella lo miraba, él la ignoraba. Es así como la luna sufre cada día, se desgasta, tanto hasta denominarse "nueva"... y calla su amor por el señor sol. [...]